Andrés Rojas Jiménez, periodista especializado en petróleo y, además, editor del portal Petroguía, comenta que las sanciones impuestas a Venezuela no son un fenómeno reciente. Su origen se remonta a la administración de Barack Obama, pero fue durante el primer gobierno de Donald Trump cuando estas medidas se intensificaron significativamente.
Rojas indica que, en enero de 2019, se adoptaron una serie de prohibiciones que afectaron directamente al sector de los hidrocarburos, incluyendo a empresas como Chevron y otras cuatro compañías vinculadas a este ámbito. «En esa oportunidad a Chevron se le dio un período de seis meses que después fue prorrogado a través de la licencia general número cinco». Esta licencia se mantuvo vigente hasta noviembre de 2022, marcando un largo periodo de incertidumbre para las operaciones petroleras en el país.
En el contexto actual, la situación se torna aún más compleja debido a factores externos. El periodista tomó como ejemplo la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que ha generado tensiones globales que repercuten en el mercado energético.
Otro punto clave mencionado por Jiménez en el programa de Análisis de Entorno fue lo ocurrido con la expiración de la licencia 44 en mayo del año pasado, la cual había permitido a PDVSA retomar exportaciones directas a China. Sin embargo, con la ausencia de dicha licencia, el panorama vuelve a complicarse para Venezuela, dejando en evidencia cómo las sanciones continúan impactando al sector energético y, por ende, a la economía nacional.
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