Maximiliano Vásquez, presidente de Fedecámaras Táchira, reconoció recientemente que los sectores productivos de la entidad permanecen en alerta por el recrudecimiento de la violencia armada del otro lado de la frontera colombo-venezolana. No obstante, el dirigente gremial indicó que, en la actualidad, el lado venezolano de la frontera permanece en calma.
«La violencia en el lado colombiano de la frontera, específicamente en el Catatumbo, genera presiones sociales y económicas muy importantes. En ese departamento se han vivido lamentables eventos como bombas y ataques con carros explosivos. En cambio, en Venezuela no tenemos ese tipo de ataques violentos», relató Vásquez.
A pesar de que en el lado venezolano de la frontera no se evidencian eventos violentos, ni se está viviendo una guerra, las consecuencias golpean al territorio tachirense, pues la economía se ve afectada con este tipo de sucesos. Adicionalmente, la cantidad de personas que han cruzado la frontera huyendo de este conflicto armado ha causado un desequilibrio en el territorio.
Pese a los ataques que se han visto en Colombia como resultado de un enfrentamiento entre el Ejército de Liberación Nacional y las disidencias de las FARC, la actividad comercial colombiana sigue apostando al futuro y al crecimiento. Este proceso incluye crecer con sus pares del lado venezolano de la frontera. «Recientemente, nos reunimos con la Cámara Colombo-Venezolana en Cúcuta. Allí hay más de 30 afiliados colombianos que tienen negocios con Venezuela».
En la entrevista que Vásquez concedió al programa “Informe Fedecámaras” con Richard Fortunato, el empresario aprovechó la ocasión para desear el retorno de la calma en el vecino país. «Esta violencia que tienen en Colombia es algo que debe y va a ser controlado. Hay que mirar por encima de esas dificultades».
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